lunes, 2 de noviembre de 2015

LA DESPEDIDA de Milan Kundera


El hombre y sus manifestaciones en la vida diaria. El hombre, sus caprichos y necesidades. El hombre, ese ser a quien todos tememos, pero también amamos. Difícil entonces para este escritor enfrentar ese conocimiento profundo que tiene de él y hacerlo realidad en su novela LA DESPEDIDA. ¿Vale entonces la pena que el hombre viva en esta tierra? Parece que no. Él prefiere “liberar al planeta de las garras de él” y asumirlo con todos sus defectos para hacerlo más oscuro y menos deseable.

Con una profundidad filosófica y también con una gran sencillez, Milán Kundera plantea múltiples temas que poco a poco van apareciendo a través de la relación entre sus personajes, y la descripción de sus actitudes y decisiones.  Como él mismo lo expresa: “La vida en pareja, el sexo, el erotismo, la pérdida de la felicidad, el miedo a la soledad, la maternidad, la paternidad, el aborto, la insatisfacción, la infidelidad, el deseo, los celos, la fugacidad de los sentimientos, la hipocresía, la indiferencia, la muerte, la celebridad, la riqueza, el poder, la belleza, la política y el exilio entre otros, forman parte del catálogo temático de esta obra”. Así, en la década de 1970, ocho personajes terminan reunidos en un balneario de un pueblo checo donde se ofrecen tratamientos de fertilidad y donde cada uno de ellos vive los más oscuros sentimientos y variadas intenciones. Allí Kundera nos acerca a ese mundo sin escrúpulos cargado de maldad que rodea a cada uno de sus personajes: una joven y bella enfermera que quiere quedar en embarazo, un trompetista famoso y mujeriego y su celosa esposa, un joven mecánico enamorado de la enfermera, un ex convicto que llega a despedirse de Olga -una paciente del balneario e hija de un amigo asesinado por ideales políticos-, un ginecólogo inescrupuloso que atiende a la población femenina de la que se cree dueño, y un americano rico y excéntrico que presenta problemas de salud. Allí es donde intenta hacer una profunda reflexión sobre la vida.
La novela, en la que se aprecia el conocimiento que Kundera tiene del hombre, está dividida en cinco partes, cada una de las cuales corresponde a las vivencias de sus personajes en cinco días. En ellos encontramos variados diálogos e interesantes monólogos interiores. Llega al lector a veces con sorpresa y otras veces con naturalidad, haciendo de su lectura un juego interesante. 


viernes, 11 de septiembre de 2015

EL CUADERNO DE MAYA de Isabel Allende

“Tengo tatuada en la muñeca izquierda el año en que murió mi Popo: 2005. En febrero supimos que estaba enfermo, en agosto lo despedimos, en septiembre cumplí dieciséis y mi familia se deshizo en migajas".

"Dicen que al cabo de unos meses viviendo en la calle, uno acaba definitivamente marginado, porque se adquiere traza de indigente, se pierde la identidad y la red social. En mi caso fue más rápido, bastaron tres semanas para irme al fondo”.

Maya Vidal nos entrega el relato de su vida, en diversos fragmentos, dando énfasis a los 18 años, época en que dio un vuelco total a su existencia. Un personaje que, como nos lo cuenta la propia Isabel Allende, la ha hecho sufrir demasiado. No es fácil tener a Maya en Berkeley, California, muy protegida al lado de sus abuelos durante años, pasarla luego a vivir en Las Vegas en las peores condiciones que un ser humano pueda soportar, para finalmente terminar en una isla desconocida de Sur América, Chiloé, al norte de Chile. Así, esta hija de una supuesta princesa de Leponia de las brumas escandinavas y de un piloto entregado a sus aventuras lejos de su hogar, educada por su enérgica abuela Nina y por su encantador abuelo Popo, se enfrenta a tres vidas diferentes que transformarán su existencia y la prepararán para salir fortalecida después de múltiples dificultades. Nina y Popo serán su baluarte y quienes le darán las armas para sobrellevar su más terrible tormento: su adicción al alcohol y a las drogas, que de la mano de la delincuencia y la prostitución, la llevarán perdida por las calles durante meses. Por fortuna, Maya reconoce el papel de ese hombre grande y maravilloso que fue su abuelo y que más tarde pudo reemplazar por Manuel Arias, el personaje que también admiró y estuvo a su lado mientras se alejó del mundo y borraba de su mente ese viaje a las tinieblas que tuvo que hacer para salvarse. De igual manera, tampoco olvida a los habitantes de esas lejanas tierras de América, ese pueblo mágico que la respetó y la quiso, y donde se abasteció de la mejor energía para recuperarse y seguir viviendo.

El cuaderno de Maya se ocupa de describir dos mundos opuestos, uno cargado de modernismo y tecnología y otro carente de recursos, en el que dominan las relaciones y la amistad. La sociedad de consumo frente a la vida provinciana plena de satisfacciones personales y de vínculos sociales enriquecedores son la fuente de esta novela. Además, nos plantea temas importantes fuera de la drogadicción, como el amor, los lazos familiares, la libertad, Chile y la dictadura, y la tradición cultural y mitológica de sus habitantes. Una novela escrita con la intención de satisfacer la propuesta de los nietos de Isabel Allende: escribir algo que fuera de su interés. Está narrada en primera persona por la propia Maya y tiene ese atractivo que siempre encontramos en las obras de esta escritora chilena: Un puñado de aventuras que consiguen toda la atención del lector y lo envuelve en ese halo mágico que ella nunca abandona. LVV

“Me había dado cuenta de que en la escritura la dicha no sirve para nada –sin sufrimiento no hay historia- y saboreaba en secreto el apodo de huérfana, porque los únicos huérfanos en mi radar eran los de los cuentos clásicos, todos muy desgraciados”.

 “Venimos al mundo con ciertos naipes en la mano y hacemos nuestro juego; con naipes similares una persona puede hundirse y otra superarse”.

 “Si tu destino es nacer ciega, no estás obligada a sentarte en el metro a tocar la flauta, puedes desarrollar el olfato y convertirte en catadora de vinos”.

“La vida es una tapicería que se borda día a día con hilos de muchos colores, unos pesados y oscuros, otros delgados y luminosos, todos los hilos sirven”.

 “Nunca, ni ebria ni drogada, pude evadirme del sentimiento de profunda degradación, pero siempre estuvo mi abuelo mirándome, sufriendo por mí”.

jueves, 27 de agosto de 2015

NO DIGAS NOCHE de Amos Oz

“Llegué a casa de noche, muerta de calor y cansancio, y me lo encontré sentado en un sillón de la sala, a oscuras y en silencio. Otra vez la total inactividad, para recordarme que mi actividad implica su soledad”. Noa

“Una salamanquesa cuyos ojos de piedra siguen en la oscuridad el revoloteo de un insecto multicolor en el foco de luz, así la veo yo”. Noa


“Se domina hasta en las peleas. Es cauta, siempre tiene puesto el pie en el freno. Yo también soy cuidadoso y conozco los límites. Es como cuando dos cristales se tocan y retroceden a tiempo”. Teo


En Tel Keidar, un tranquilo pueblo israelí de ocho mil habitantes, Teo y Noa van contando su vida que poco se asemeja en las labores cotidianas. Son una pareja de 60 y 45 años, que intenta darle sentido a su existencia en medio del desierto de Neguev. Él se muestra muy dedicado al descanso, a su oficina que algunas veces frecuenta, a sus conocidos con los que comparte un buen tiempo, a observar el paisaje tranquilo y poco bullicioso, y a proteger sin acoso a la mujer que ama. Ella, en cambio, “siempre corriendo detrás del tiempo”, va todos los días al instituto local donde dicta clases de literatura y tiene alumnos extranjeros, asiste a reuniones laborales y de carácter activista, corre al supermercado, a las vueltas del hogar y muchas veces viaja con motivo de su trabajo. Sale, decide y se ausenta sin percatarse de la protección de su esposo,a quien a veces parece evitarlo. Ambos se observan y se descubren ajenos en sus vidas, pero prima un gran respeto que ayuda a que sus encuentros en casa sean gratos y muchos veces amorosos. Sin embargo, parecen no hallar semejanza y mientras Noa lo juzga perezoso y poco activo, Teo la ve cansada, con sus manos desgastadas y aparentando con ello más edad de la que realmente tiene. Es fácil percibir a ambos muy vitales e ingeniosos hasta el punto de encontrar, con el paso de los días, más valor en la madurez y sabiduría de Teo. Es cuando aparece la imagen de Emanuel Orvieto, un alumno de Noa que se suicida y sin darse cuenta, ella asume la responsabilidad de perpetuar su memoria. ¿Hará realidad el Centro de Rehabilitación de Drogadictos que le propone el padre de éste?


Un relato de los gustos, costumbres, sensibilidades y deseos de esta pareja. También de sus hastíos, temores, silencios y vacíos. Todo un contraste en la manera de percibir la vida es esta interesante novela, a su vez lenta y de corte intimista. En primera persona, cada uno nos va contando sus vivencias en una versión alterna y, como espectadores, asistimos a ese desgranar de días y de noches en los que podemos ser partícipes de su intimidad y valorar así la percepción de su diario vivir. Teo y Noa, Noa y Teo. No es fácil asimilar la puesta en común de estos dos seres que intentan compartir momentos de su existencia y que les cuesta ubicarse frente a frente para evaluarse; incluso ante la realidad de no estar casados, parecen asumir una actitud de liberación y de rechazo al mismo tiempo. Y al lado de ellos, los amigos y habitantes de Tel Keidar que igualmente aparecen retratados con la intención de darle a este pueblo una imagen de paz y de concordia. Aquí se trasladan los deseos de su autor, Amos Oz, de buscar la convivencia pacífica entre palestinos e israelíes, como lo ha hecho en muchas de sus obras y en los movimientos pacifistas que ha creado y defendido. LVV

"El que tiene un poco de piedad, encontrará piedad por todas partes".

"Las palabras son una trampa".


viernes, 8 de mayo de 2015

AL SUR DE LA FRONTERA, AL OESTE DEL SOL de Haruki Murakami

“Jamás en la vida había querido perjudicar a nadie. Pero, fueran cuales fueran mis motivos o intenciones, si me empujaban, podía convertirme en un ser egoísta y cruel. Un ser humano que, esgrimiendo razones plausibles, infligía una herida certera y definitiva”

“Si llueve, las plantas florecen; si no llueve se secan. Los insectos son devorados por las lagartijas; y las lagartijas, por los pájaros. Pero, en definitiva, todos acaban muriendo. Y, después de muertos, se secan. Cuando una generación muere, la sucede la siguiente. Pero, al final sólo queda el desierto. El desierto es lo único que vive de verdad” 
Nacer en “la primera semana del primer del primer año de la segunda mitad del siglo XX” pareciera marcar la vida de Hajime –que significa “principio”– y señalarle buenos rumbos. Leyendo su historia encontramos que no careció de bienestar ni de fortuna. Creció en un hogar de clase media, tuvo una buena educación, contó con una esposa fiel y dos hijas, y aunque inicialmente trabajó con desgano en las tareas propias de la carrera que estudió, pudo cambiar su empleo por el manejo de su propio negocio,  gracias al apoyo económico de su suegro. En otras palabras y a la vista de todos, era un hombre afortunado y con excelente estabilidad económica. Sin embargo, estuvo marcado por el recuerdo de dos mujeres que amarraron su vida para siempre. La primera fue Shimamoto a quien conoció de niña y le ayudó a superar esa sensación de imperfección y de inferioridad producida por su imagen de “hijo único”. Ambos compartieron los años de primaria con disfrute pleno de su compañía, en medio del gusto por la música y la lectura. Al pasar al instituto a hacer su bachillerato, Hajime se va olvidando de Shimamoto y en este nuevo lugar encuentra a Izumi. Con ella establece una relación diferente, pues no demuestra interés por sus gustos, pero quiere desfogar en ella sus deseos de adolescente. No es fácil lograrlo y tiene que cambiar sus impulsos por tiernos besos y abrazos.  Salen un buen tiempo y el ingreso a la Universidad marca la separación de ellos. Ya no coinciden los planes de ambos: él con deseos de marcharse y ella de retenerlo. Ambas historias constituyen un pasado que se atreve a reaparecer con una huella de fatalidad.
Haruki Murakami, de nacionalidad japonesa y uno de los escritores más destacados de este siglo, hace uso de estas memorias para darle cuerpo a una trama compleja. En ella encuadra todas las vivencias de Hajime en torno a la presencia de estas dos mujeres. Ambas se hacen presentes al comienzo de su historia, luego desparecen mientras nuestro protagonista crece y va alcanzando el éxito, y terminan marcándole un rumbo final inesperado. Aparecen con tal fuerza, que de inmediato cambian la normalidad que lo mantiene en pie. Es la seguridad de todo lo que tiene, contra la inseguridad de lo que quizás debió alcanzar. Sin temor, Hajime regresa al pasado e intenta remover las cenizas de lo que no pudo ser. Shimamoto logra invadirlo de nuevo con una intensidad tan grande que lo lleva al borde del abismo, mientras que Izumi es puesta de nuevo por su autor, sólo unos instantes pero con la misma intención. Surgen como fantasmas que se aferran con fuerza a su víctima y quieren vencerla. Todo parece llegar “al sur de la frontera, al oeste del sol” donde la fiebre siberiana lleva a la muerte a quienes viven allí, en ese lugar donde solo ven el sol por todos los lados y nada más.
Esta novela, de 266 páginas, nos pinta al hombre moderno, que llega a estar insatisfecho con todo lo que posee, hasta el punto de poner en riesgo su felicidad. Ese deseo de querer más y buscarlo incansablemente, aun en contra de sus principios, marca esa sensación de dualidad y desajuste que puede hundirlo y generar su propio fin. LVV

sábado, 14 de marzo de 2015

LA OCULTA de Héctor Abad Faciolince

Ir a Cartagena al Hay Festival 2015 fue un encuentro con la literatura, con la realidad colombiana, con la belleza de Cartagena y especialmente con la palabra. A través de ella, pude conocer al autor de esta novela y sus apreciaciones sobre de origen de ella, las influencias reales que transmitió, la calidad de las  historias allí consignadas,  y sobre todo ese sentimiento antioqueño que se hace presente en cada de una de sus líneas. Esto hizo más grata su lectura y seguramente más cercana mi apreciación de la obra. No siempre se está al frente de quien admiramos y podemos contar con su firma y su dedicatoria entre las páginas de un libro.


"Recordar es como un abrazo que se les da los fantasmas
que hicieron posible nuestra vida aquí."

LA OCULTA es el nombre de una finca situada en el suroeste antioqueño que permite desarrollar un relato cargado de historia, de apego a la tierra, de unión familiar y de múltiples vivencias en las que no puede estar ajena la realidad colombiana. Una realidad que parece estar siempre marcada de sangre, dolor y abandono. Son 150 años contados a partir del fenómeno de la colonización antioqueña, cuando se inicia la búsqueda de un lugar adecuado para fundar un pueblo, con familias capaces de abrir el monte, enfrentarse a la naturaleza salvaje y emprender la tarea de construir su hogar. Admirable labor en la que primó el respeto y la igualdad ya que todos compartían el trabajo y su producto era administrado equitativamente. Qué tan lejos estaban de los tiempos modernos cuando prima el deseo de poseer sin importar las condiciones del otro, cuando hay hambre y miseria, cuando la descomposición social todo lo invade, y asistimos a la muerte de la vida. Muere el paisaje, muere la familia, mueren los valores, las costumbres y la placidez del campo.   

Esta historia y las vivencias de la familia Ángel aparecen contadas en primera persona por tres relatores: Pilar, Eva y Antonio. Son los hijos de doña Anita y don Jacobo, herederos de La Oculta, una finca situada en el municipio de Jericó. Un sitio obligado para ellos, ese terruño que atrae y que se convierte en el hogar que se resisten a perder. Allí comparten sus vacaciones, sus navidades, las celebraciones familiares y su tiempo libre. Es el lugar donde se reúnen todos los hijos, nietos y biznietos. Imposible negarse a disfrutar de la casa de campo, del lago al fondo de ésta, de la placidez de su paisaje, de la generosidad de la tierra productiva, de los agregados dispuestos a servir en todo momento y del regocijo familiar. Allí se nada, se monta a caballo, se disfruta de los pájaros, de las flores, de los frutos, de la tierra, del agua, del aire, de las montañas, de los pueblos cercanos. Sin embargo, el tiempo pasa y llegan los cambios que producen desazón. El campo se transforma con la intromisión de la contemporaneidad incluyendo la cultura narco y la presencia de grupos guerrilleros y paramilitares. Sus habitantes son otros, otras las costumbres y ya nada queda de esos inicios.

Una novela interesante sobre el apego a la tierra, como su autor bien lo expresa. Vale la pena leer sus 347 páginas y meternos en su paisaje y en su historia. LVV


“Colombia fue y volverá a ser una tierra prometida, cuando estemos en paz y volvamos al campo extenso y bellísimo que tenemos y que no hemos visto porque llevamos 30 años atrincherados en las ciudades. Colombia debe volver al campo, de donde venimos todos”.

http://www.elcolombiano.com/hector-abad-faciolince-lee-fragmento-de-la-oculta-en-jerico-LH801094 

domingo, 18 de enero de 2015

CIELO PARCIALMENTE NUBLADO de Octavio Escobar Giraldo


Por fin tuve entre mis manos uno de los libros de Octavio Escobar, un escritor colombiano nacido en Manizales y de gran valor en las letras que circulan por este lado del planeta.  Es numerosa su producción literaria y son muchos los reconocimientos que ha recibido y que le dan peso a su trabajo como narrador de temas de actualidad y verdadero novelista.

Entretenida su obra Cielo parcialmente nublado y sobre todo interesante para quien ha vivido en su misma ciudad, recorrido sus mismas calles y disfrutado el sabor de su tierra y de una época cuyo aliento se ha quedado grabado en la piel. Debo añadir, para quien ha sido partícipe del desarrollo de su ciudad y de los interminables conflictos que hemos vivido por cuenta de la violencia. Así, al lado de su protagonista, un observador callado y preciso, es fácil captar la intención del autor. Vemos como, a través de su relato, vuelve a sus raíces, a su familia, a su ciudad, a ese sitio que lo vio crecer y que le regaló buena parte de sus vivencias y de esa manera de enfrentar el mundo. Desde España, llega con la obligación de ver a su padre que se encuentra enfermo por la situación que vive Colombia frente a los grupos armados y un posible tratado de paz con la guerrilla. Observa y detalla a cada persona, cada objeto, cada situación y costumbre. Le interesa interactuar con todos, volver a ese mundo cargado de recuerdos y de deseos, y al final descubre que todo es diferente. Ya no pertenece a ese país que teme por su violencia e injusticia, a esa Colombia de los años 90 plagada de sangre y fatalidad, a esa patria que añora y que le inquieta encontrar de frente. Se siente extraño y no logra encajar en este ambiente de tensión. Sin embargo, sale ileso de muchos momentos que presagia como peligrosos y a punto de acabar con su tranquilidad. Logra, eso sí, acercarse  sus padres y a su hermana que ama y que hacen todo lo posible por brindarle los mejores días de su estancia en Manizales. Un acercamiento que valora, pero que se ve opacado por el deseo de regresar a ese país donde trabaja, tiene a su esposa y a su hija, unos cuantos amigos y un sencillo trabajo. No muestra el más mínimo interés por lo suyo, por ese mundo que debió dejar y que ahora ve lejano e inaceptable. En definitiva, es un extranjero más, invadido por un miedo que amenaza su cotidianidad y que lo lleva a un verdadero desarraigo afectivo. 
 
Un buen manejo de diálogos agilizan esta obra y le dan un cuerpo cinematográfico que fluye con facilidad. Se percibe también una combinación del carácter histórico y sentimental de su contenido. Como en un duelo, su protagonista  se enfrenta a su pasado, a su mundo interior, a sus conflictos hasta llegar al contacto con su tierra y con la triste realidad colombiana que prefiere evadir. Un cielo parcialmente nublado es lo que teme y  prefiere marcharse.

miércoles, 14 de enero de 2015

CONTRA EL VIENTO de Ángeles Caso


"Nunca he sabido si es más duro no poseer jamás la gloria o haberla conocido por un momento y perderla después”.
“La vida tomará su propio impulso, girará sobre sí misma, dará volteretas, irá arriba o abajo repentinamente enloquecida, brutal y nos empujará a su capricho, hacia el paraíso o el abismo, al margen de nuestro esfuerzo y nuestros méritos”.
“¿Quién vivió mejor? Eso no lo sabe nadie, cada cual hace lo que puede y siente. Nunca se sabe nada. Se escoge un camino, pensando que es el mejor, calculando los pasos que te van a llevar a una vida feliz, pero ningún cálculo sirve”.

Respetable la elección de Sao, la protagonista de esta historia, como la persona que más se admira en el mundo porque ha sido capaz de sobrevivir a múltiples situaciones que parecen imposibles de enfrentar. Esto lo dice quien inicia el relato y es cómplice de todas las aventuras que vive Sao, una mulata de Cabo Verde que nació en el monte y creció lejos de su madre buscando aquí y allá todas las maneras de salir adelante, sin lograr cumplir sus sueños e invadida por la soledad, la pobreza y el desamor. En contraste con esto, la hermana de Miguel, Antonio, Ernesto y Javier, no se cansa de alabar la existencia de Sao, porque ella que todo lo ha tenido, ha vivido encerrada en sus miedos, invadida por el temor a los cambios y angustiada frente al riesgo. Seguramente lo heredó de su progenitora, incapaz de reír y de cantar en su hogar, incapaz de desafiar su destino al lado de un hombre machista y dominante que solo supo crear odio y amargura a su alrededor, incapaz de transmitir a sus hijos la fortaleza necesaria para lograr una vida plena, así tenga que enfrentar múltiples retos.
Toda una crítica social es este Premio Planeta 2009. Una descripción de la pobreza y las condiciones que soportan muchos seres abatidos por la falta de dinero para salir adelante y sobre todo por tener un color de piel que los margina y una condición femenina que acentúa esta situación. Es la lucha que deben llevar a cabo día tras día, enfrentando diferentes patrones, sobreviviendo con salarios miserables, viajando de un lugar a otro, soportando humillaciones y negativas; pero siempre con la ilusión de encontrar un día mejor. Tal vez, es esta la cara positiva de Sao, la que le permite reconciliarse a ratos con la dulzura, con el amor y con la amistad, aunque al final tenga que sobrellevar el olvido. Son miles los retos para esta mujer llena de contrastes, a la que siempre se le niega la posibilidad de triunfar.

Y finalmente, vuelvo a mi comentario inicial: Respetable la elección. Durante la lectura de esta obra, un regalo de buena escritura, una historia entretenida y al parecer bien creada, no pude justificar dicha escogencia. Siempre pensé que Sao tendría su merecido  regalo de superación y compensación de sus grandes capacidades. Muy valiosa su lucha, pero se queda en ella. Debe sacrificar sus sueños porque "tiene mala suerte" (lo dice su creadora), la adversidad siempre la acompaña. Enseña, sin embargo, a no rendirse nunca, a pesar de la desprotección y la violencia que viven los inmigrantes negros como ella. Siempre tiene que empezar de nuevo, remontar su camino como "Sísifo ascendiendo incesantemente a la montaña con su roca a cuestas". Injusta esta LUCHA CONTRA EL VIENTO.  LVV