martes, 7 de marzo de 2017

UNA SENSACIÓN EXTRAÑA de Orhan Pamuk


“Mientras más conoce a los hombres, más difícil es quererlos”.

“El único antídoto contra la soledad de las calles, eran las mismas calles”.

“Lo que mantiene vivo el amor es el hecho de que sea imposible”.

“Las personas habían sido creadas para ser felices, honestas y francas”.

Pamuk nos sorprende una vez más con la visión de su ciudad cambiante, a través de un hombre sencillo y soñador que lucha incansablemente por sobrevivir en medio de innumerables dificultades, Mevlut Karatas. Desde el extremo occidental de Asia aparece nuestro protagonista con deseos de llegar a Estambul y a los 12 años empieza una nueva vida. Reside allí un buen tiempo con su padre y luego debe enfrentar solo todos los desafíos que ella le ofrece. No será fácil la supervivencia, pero la encara desempeñando el oficio de su progenitor, vendedor de yogur y de boza –una bebida con bajo nivel de alcohol que él mismo prepara-. Realiza otros trabajos que poco le ofrecen, pero siempre tendrá la venta de boza como la mejor manera de ganarse la vida y de enfrentar sus alegrías y temores.

Son incontables las aventuras y sensaciones que nos sorprenden en el largo caminar de Mevlut y muchos los personajes que entran a hacer parte de su mundo. En su mayoría son integrantes de su familia y cada uno tiene la palabra para contarnos en primera persona su visión de los hechos y su relación con Mevlut. Ellos, además de sus clientes y vecinos, terminarán admirando su honradez, su honestidad y su permanente calidez. Así mismo, aparecen dos mujeres de gran importancia en la obra que marcarán para siempre las acciones de Mevlut en distintos momentos de su vida, Rayiha y Sahira. Estarán cerca de su corazón y lo sorprenderán en su diario vivir que no fue fácil, pero que estuvo marcado por su cariño y comprensión. Mientras tanto, él mirará siempre a Estambul con los ojos de su corazón, especialmente ese lugar cargado de chabolas o casas humildes, asiento de los emigrantes y cuna de la gente menos favorecida, ubicado en las colinas cerca del Bósforo y alejado del centro de la ciudad. Sus calles serán testigo de sus interminables caminatas como vendedor nocturno, de su marcado temor a los perros que de inmediato captan su miedo, de su trato amable en los lugares donde es convocado para recibir su bebida, y de su eterna esperanza de hallar compradores de boza, a pesar de los cambios que van dejando atrás los productos no manufacturados. Sueña con volverse rico y es notoria su lucha incansable, pero no logra hacer fortuna. Sin embargo, esto no lo desanima y su mayor interés será siempre conocer la ciudad y vagar por ella, sin afectarle demasiado su crecimiento incesante, el malestar público que se refleja entre sus habitantes, los golpes de estado, las incontables guerras y los conflictos religiosos y políticos que enfrenta Turquía. Será testigo incondicional de la historia de su país, sin dejar su rol de vendedor ambulante porque siempre disfrutará de su trabajo hasta que comprende que caminar estimula su imaginación, así no venda boza, y se siente “como si deambulara por el interior de su propia mente”.

Pamuk nos regala la visión de su ciudad: sus calles, los barrios ricos y pobres, la vida de sus habitantes en sus casas, sus olores y sabores, el paisaje silencioso en las noches, los cementerios, las gaviotas, los gritos, el volumen fuerte de los televisores y la religión con todas sus connotaciones políticas. Esto sin dejar atrás el valor de sus tradiciones especialmente de sus bebidas como la boza y el raki. Además, Pamuk nos ofrece un fuerte contraste entre el sentido del mundo rural y el apego a las tradiciones, frente a la concepción urbanística de la ciudad que progresa y la transformación que da dicha modernidad. En otras palabras, UNA SENSACIÓN EXTRAÑA se capta en esta historia que parece estar atada a un pasado de costumbres entrañables y se niega a abandonar a su autor. También apreciamos en esta obra el valor de la vida humilde cargada de afectos y de compañía, en contraste con la soledad que se experimenta cuando solo hay abundancia y belleza. Pamuk nos ofrece una narración magistral caracterizada por el amor, la nostalgia, la bondad y la esperanza. Un deleite leer este libro, de una gran riqueza narrativa pese a sus 620 páginas. L.V.V.

http://www.dw.com/es/orhan-pamuk-una-sensaci%C3%B3n-extra%C3%B1a/av-19110106