lunes, 15 de junio de 2009

NO TE SALVES

Por Mario Benedetti
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

sábado, 6 de junio de 2009

Cómo arreglar la amargura


Cómo arregarla.

A veces es necesario fortalecerla llevando jazmines en su hombro. Otras veces vale la pena anegarla de espinas hasta cansar su delirio. Nunca se recomiendan las campanas de Francia alrededor de su hastío. Tal vez llegará el día de 12 flores amarillas sobre su hombro y entonces hablará sonriente de su conquista. Dirá que todo es nada, pero que valió la pena recuperar su figura, que tuvo melodías consigo, que la esperanza embadurnó la pena y que ahora solo recoge infinitas cosechas de tardes ajenas al asombro. Gritará que su mayor logro es vivir sin corazas, sin penas ni glorias. Finalmente dirá que su vida se transtornó en el sueño de pequeñas violetas: atrapando luces y venciendo misterios. LVV