jueves, 19 de mayo de 2011

ERNESTO SÁBATO: Otra ausencia con olor a gloria

"Yo escribo, porque si no me hubiera muerto, para buscar el sentimiento de la existencia".

"Habrá siempre un hombre tal que, aunque su casa se derrumbe, estará preocupado por el Universo. Habrá siempre una mujer tal que, aunque el Universo se derrumbe, estará preocupada por su hogar". (Uno y el universo)

"La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse".

"Yo creo que la verdad es perfecta para las matemáticas, la química, la filosofía, pero no para la vida. En la vida, la ilusión, la imaginación, el deseo, la esperanza cuentan más".

Próximo a celebrar los 100 años de su nacimiento, murió el pasado 30 de abril el escritor argentino ERNESTO SÁBATO quien entró a engrosar la lista de los escritores latinoamericanos que dejan una historia qué contar en el mundo de las letras. Porque Sábato, con sus novelas y sus ensayos sobre la condición humana llegó a ser considerado uno de los autores más grandes de la lengua española. Su vida fue una completa lucha por los derechos humanos y una vez terminó la dictadura militar en su país se dedicó a estudiar la historia de desapariciones, torturas y hechos horripilantes que marcaron un periodo decadente de Argentina entre 1976 y 1983. Obtuvo el Premio Cervantes en 1984 y fue ajeno a los honores del Premio Nobel, como otros grandes de su época. Terminó sus últimos años pintando, una vocación artística que supo alternar cuando ya sus ojos le negaron la luz necesaria para seguir escribiendo. Su estilo pictórico se asemeja al expresionismo y no deja de mostrar el alma de este valioso escritor.