"Borges no ha muerto: es un error. Borges es nuestro primer inmortal.
Lo fascinante es que él no se agota, no quedó petrificado como entre dos fechas,
sino que cada día aparece por otro lado".
Juan Gustavo Cobo Borda
LA LUNA a María Kodama
Hay tanta soledad en ese oro.
La luna de las noches no es la luna
que vio el primer Adán. Los largos siglos
de la vigilia humana la han colmado
de antiguo llanto. Mírala. Es tu espejo.
Han pasado 25 años y Borges cobra más actualidad en el mundo de las letras hispanoamericanas. Este escritor argentino es un símbolo de la literatura del siglo XX reconocido por variadas generaciones de literatos que miran sus páginas con respeto y admiración. Porque él con sus poemas, cuentos y ensayos creó un mundo fantástico, metafísico y muy subjetivo. Pocos han comprendido su obra con facilidad, pero muchos hablan de su riqueza e inconmensurable labor, digna de las más valiosas críticas. Y como él mismo lo expresó: “No soy ni un pensador ni un moralista, sino sencillamente un hombre de letras que refleja en sus escritos su propia confusión y el respetado sistema de confusiones que llamamos filosofía, en forma de literatura”. Se le reconoce también como precursor del Boom Latinoamericano, a través del cual sus palabras se hicieron inmortales y pudo plasmar en cada imagen descrita una obra de arte. Así, combina la perfección en el lenguaje, la erudición en sus ideas, la belleza en su poesía, y la originalidad en su fantasía. Sin duda alguna, Borges es un escritor dotado de la más vasta cultura.
AUSENCIA
Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nichos de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas;
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,