¿PERO QUIÉN TE HA DICHO QUE SE PROHÍBE ESTAR TRISTES?
"En realidad, muchas veces, no hay nada más sensato que estar tristes; a diario pasan cosas, a los otros, a nosotros, que no tienen remedio, o mejor dicho, que tienen ese único y antiguo remedio de sentirnos tristes. No dejes que te receten alegría, como quien ordena una temporada de antibióticos o cucharadas de agua de mar a estómago vacío. Si dejas que te traten tu tristeza como una perversión, o en el mejor de los casos como una enfermedad, estás perdida: además de estar tristes te sentirás culpable. Y no tienes la culpa de estar triste. ¿No es normal sentir dolor cuando te cortas? ¿No arde la piel si te dan un latigazo? Pues así mismo el mundo, la vaga sucesión de los hechos que acontecen (o de los que no pasan) crean un fondo de melancolía. Ya lo decía el poeta Leopardi: "Como el aire llena los espacios entre los objetos, así la melancolía llena los intervalos entre un gozo y otro". Vive tu tristeza, pálpala, deshójala entre tus ojos, mójala con lágrimas, envuélvela en gritos o en silencios, cópiala en cuadernos, apúntala en tu cuerpo, apúntala en los poros de tu piel. Pues solo si te defiendes huirá, a ratos, a otro sitio que no sea el centro de tu dolor íntimo."
Tomado del libro Tratado de culinaria para mujeres tristes
De Héctor Abad Faciolince
2 comentarios:
excelente reflexion.. me parece que tiene un gran valor sentimental... y es cierto todos sentimos tristeza en alguna vez de nuestra vida..
Natalia Murillo
me parece muy extraño...no esperaria estas palabras, la verdad. tambien me sorprende. creia que en realidad habia pastas para todo, incluso para producir mas triztesa..mhh a si esas son las horas de television, ca! ahora me gusta mas la melancolia, no induce a ninguna descicion seria.. es especulativoplacebaico
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