Magda Szabó, escritora húngara, fallecida en el 2007, nos presenta esta obra cargada de sencillez y delicadeza en donde muestra las dificultades en la comunicación de los seres humanos, especialmente en la vida familiar, hasta llegar a una ruptura y total inadaptación. Es toda una reflexión sobre la soledad en compañía y sobre la forma de mirar el mundo desde distintas perspectivas, cuando los hijos crecen y los padres empiezan a encontrar grandes diferencias generacionales imposibles de sanar.
"No comprendía que los viejos sienten un enorme apego a los objetos
que para ellos significan más que para los jóvenes".
"No comprendía que los viejos sienten un enorme apego a los objetos
que para ellos significan más que para los jóvenes".
"Tenía todo lo necesario para sentirse cómoda y, no obstante,
sentía como su la hubieran expoliado, desvalijado".
sentía como su la hubieran expoliado, desvalijado".
La señora Szöcz, de 75 años, al quedar sola en el pueblo por la muerte de su esposo, acepta la invitación de su hija Iza -una reconocida médica de Budapest- de vivir con ella en la capital y es allí donde empieza su tragedia. Sus múltiples intentos por ser útil y poder colaborar en la nueva vivienda son mal apreciados hasta ser rechazados completamente y debe resignarse al silencio, a la soledad, a la nada. Su hija, por su parte, quiere protegerla y darle todo lo necesario para vivir; todo menos compañía, todo menos participación y, al parecer, todo menos amor. Y más grave aún, darle todo y no ser consciente de estas carencias afectivas. Vemos también en esta obra el ejercicio de la medicina asumido con rigor y disciplina hasta llegar a ser una obsesión, una entrega desmedida al trabajo. ¿Qué espera entonces una madre que debe renunciar a cualquier iniciativa en el hogar? ¿Qué camino debe seguir para encontrar su verdadero espacio? ¿Qué pasará con Etelka cuando "su ángel", su única compañía, la abandone completamente?
"No basta con un mundo en el que todo funcione si el corazón no encuentra en él su plenitud"
2 comentarios:
Mamà ! Ese libro parace bueno. Me parece aterradora la historia, pero si dices que habla de la delicadeza te creo... aunque qué delicadeza encuentras en ese olvido y en ese rechazo? De verdad me dan muchas ganas de leer esa obra. Un abrazo y sigue asi como siempre, negrita hermosa. Adoro !
Felipe, la obra está relatada con una delicadeza extrema, hasta el punto de que las protagonistas no son conscientes de sus errores y dificultades. Es el lector quien capta lo relatado en tercera persona y finalmente quien, como yo, hace su juicio. Debes leerla.
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